julio 30, 2009

Ton Ton (parte segunda)

No existía descanso, o al menos la mayoría creía nunca haberlo tenido, solo se detenían para respirar, para organizar su cuerpo y evitar que éste, en alguna mala posición, echara raíces sobre los hornos. Solo una sirena les advertía el cambio de función: el martilleo por los hornos; y las sombras se movían noctámbulamente de un lugar a otro, sin saber explicar lo extraño de su reaccionar, si saber siquiera si esto algún día acabaría.



La mayoría había permanecido allí por siempre, apilados como balones de gas, siempre de manera erguida, aparentando una presteza incongruente con su apariencia; sin embargo, de manera extraña, había quienes llegaban...

4 comentarios:

Juan Carlos Namoc Leturia dijo...

Por qué balones de gas?

Me imaginé unos lingotes de oro.

Base CP 2010 dijo...

Me gustó bastante. Volveré pronto, si es que me dejas.

Mucha suerte y felicidad.

Anónimo dijo...

Me gusta. :)

Cucho dijo...

Es deficil aceptar que a veces nosotros mismos creamos nuestra propia carcel...!!

y no salimos de ello... aun sabiendo de ello