agosto 11, 2009

Sentado en el pasillo...


Respiro, y el viento me parece confuso,

las tardes otoñales

aún no me dejan ver tu rostro a través de la niebla;

sin embargo,

tus ojos me abren el camino,

y me dicen,

con certera convicción de que éste

es correcto.

Son intensos los momentos

en los que sueles mirar el cielo,

los momentos en los que

sueles dibujar una sonrisa en la arena y

me dices que lo único sincero

es aquello que nunca acaba,

que lo perenne son los sentimientos,

que no existen maneras de vivir,

sino de sentir.

La mirada ardiente de tu rostro,

me permite creer nuevamente,

en los sueños que pintaste sobre mi cabeza

mientras sentados,

observando al destino desde el suelo,

reíamos en el pasillo…

6 comentarios:

Juan Carlos Namoc Leturia dijo...

Tantas veces ese pasillo, esa playa... la brisa y la nubla ya son viejas amigas.

Muy bueno hermano.

Base CP 2010 dijo...

Esto es románticamente nuevo o dulcemente original.

Un saludo fraternal. Cúidate y recuerda que tus palabras pueden cambiar las cosas.

Ely dijo...

Raro.

Anónimo dijo...

una mirada y una sonrisa pueden abrir mil caminos, cerrar otros tantos, asi de simple...

muy buen poema!

Tomamientras dijo...

Que tal , aca estoy con Gonzalo del Rosario, vamos a salir a pintar a las calles.
saludos

Cucho dijo...

soñar! a veces no sueño cosas interesantes, pero en el camino a la playa siempre encuentro camarones con quien pelear, buscando una tarde nublada espero encontrar algun pedazo de ola para lavar mis sueños turbios...total soñar no es tan lindo si no duermes...